Acuario de Veracruz será controlado por gobierno estatal y cambiará de nombre
El gobierno de Veracruz declaró extinto el fideicomiso público de administración denominado Acuario de Veracruz y anunció que la Procuraduría del Medio Ambiente del estado se hará cargo del establecimiento, el cual cambiará de nombre a Aquarium del Puerto de Veracruz. El decreto, expedido por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado, donde se indicó que los recursos generados por el acuario serán manejados por la Secretaría de Finanzas y Planeación. Clausuran Acuario de Veracruz por presuntas fallas técnicas La semana pasada, la Procuraduría del Medio Ambiente clausuró el acuario por supuestas anomalías. La misma dependencia se hará cargo de la dirección, administración, control y supervisión, de los bienes y recursos de orden presupuestal, financiero, materiales y humanos, así como del cuidado, conservación y preservación de la flora, fauna y recursos naturales. También de los demás bienes accesorios que, con motivo de la extinción que se determina en el instrumento, se revierten en favor del gobierno de Veracruz. La Contraloría General y la Secretaría de Finanzas y Planeación supervisarán y dictaminarán el término y finiquito de las funciones del fideicomiso así como de su traslado y adscripción al «Aquarium», con el objeto de garantizar los bienes y el régimen patrimonial que quedan a cargo de la procuraduría. Los recursos que conforman el patrimonio del fideicomiso deberán ser entregados a la Tesorería de la Secretaría de Finanzas y Planeación, mientras que el Comité Técnico y el Secretario Técnico del Fideicomiso deberán “abstenerse de ejercer o comprometer los recursos que integran el patrimonio del fideicomiso y requerir al fideicomisario revierta los recursos financieros no ejercidos a la institución fiduciaria. En un plazo no mayor a 60 días naturales, contados a partir de la entrada en vigor del decreto, el mandatario estatal efectuará las modificaciones que correspondan para actualizar el decreto de creación, el reglamento interior o ambos, de la procuraduría, con el fin de garantizar el régimen jurídico del «Aquarium», así como su organización y funcionamiento. Las marchas de protesta y plantones, tanto de prestadores de servicio de la Plaza Acuario como de activistas protectores de animales, no tuvieron mayores repercusiones en el caso. El sitio recibe más de un millón de visitantes al año y genera ingresos multimillonarios que se emplean para su operación. Los animalistas temen que el sitio decaiga y los animales mueran al ser manejado por la burocracia.