José Noriel Portillo Gil es uno de los presuntos autores del asesinato de jesuitas en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua. Es conocido como “El Chueco” y se le atribuye el control de actividades del narcotráfico, además de talamontes y sicarios en la Sierra Tarahumara, en particular en la zona del municipio de Urique.

Este presunto criminal tiene el control absoluto de la región, donde intimida a la población para evitar denuncias o la intervención de las autoridades. Esto dice un reportaje publicado en Raichali, por Patricia Mayorga:

En el municipio de Uruachi no se han registrado incendios masivos provocados. Ahí, la forma de dominar es a través de la intimidación del grupo delictivo que controla Noriel Portillo, alias El Chueco –perteneciente al cártel de Sinaloa–, que ha impedido el desarrollo forestal, según testimonios de habitantes del lugar.

Un reporte de El Heraldo de Chihuahua dice que opera para el Cártel de Sinaloa y desde los 26 años asumió el liderazgo en la región de Urique. En 2017 se pensó que había sido raptado y asesinado, pero posteriormente fue identificado con vida en otros actos criminales:

El capo fue dado por muerto en abril de 2017 en un enfrentamiento que dejó ocho muertos en una fiesta de 15 años, donde un comando armado arribó y ultimó a varios de los asistentes.

El libro Democracia entre balas, de Michael Lettieri y Cecilia Farfán también identifica a este hombre, a quien atribuye conexiones políticas:

En Urique, la alcaldesa con licencia pretender postularse a través del PAN. Mayra de Jesús Díaz Gutiérrez hermana de Pedro Díaz Gutiérrez, ligado al líder del grupo que controla la zona por el cartel de Sinaloa, Noriel Portillo, “El Chueco”, quien se encuentra entre los delincuentes más buscados en Chihuahua, según la Fiscalía General del Estado.