La Fundación de Córdoba
Córdoba región esclavista y su alcalde de origen africano
El nacimiento de Córdoba estuvo ligado a un sistema esclavista para hacer florecer la industria azucarera, así como para mejorar la colonización que el virreinato de la Nueva España desplegó después de la conquista, con el propósito de que desde esta Villa se desarrollara “la tarea de vigilar, administrativamente y políticamente, la nueva región en la que no existía ninguna población que tuviera tales características.”
Y más de 300 años después de su fundación, en 1932 para ser exactos, Córdoba tuvo su primer y único presidente descendiente de africanos que en la etapa colonial llegaron a Córdoba: Eduardo M. Valverde; quien ante su intenso interés social para organizar a la población fue desconocido por el Congreso a petición de la Comuna y al declararse la desaparición de poderes.
Nunca más ha habido un alcalde cordobés con orígenes africanos o de raza negra.
La historiadora Adriana Naveda Chávez-Hita, en su texto “De las Lomas de Huilango a la villa de Córdoba”, del Libro “Historia general de Córdoba y su región” (publicado en 2013), realiza precisiones importantes sobre la Fundación de Córdoba en 1618.
“La fundación de la villa de Córdoba se insertaría entonces en la etapa tardía en la que se buscó mejorar la colonización que el virreinato de la Nueva España desplegó después de la conquista. Córdoba ocupó, desde su fundación, un lugar protagónico entre las poblaciones y los asentamientos del territorio que hoy día conforman la entidad veracruzana, al constituirse en un espacio productor de riqueza, dotado de características específicas que lo han tornado singular. Y es que en ese momento obtuvo la extraordinaria prerrogativa de ser elevado a la categoría de villa, con los privilegios especiales que ello implicaba, puesto que no cualquier asentamiento lo conseguía; por citar un ejemplo, Orizaba tardó casi doscientos años en lograrlo, en 1789.”
Y subraya también: “Su fundación también se debió al interés primordial sobre la extracción del azúcar, lo que ponía en práctica el exitoso mercado azucarero en el paso obligado hacia el altiplano en la ruta alternativa de Veracruz a Puebla; la utilización de mano de obra esclava, esto es, de negros robados del continente africano por las potencias europeas que en ese momento se repartían el poder del mundo, y la tarea de vigilar, administrativa y políticamente, la nueva región en la que no existía ninguna población que tuviera tales características.”
La historiadora Adriana Naveda Chávez-Hita quien también escribió “Esclavos negros en las haciendas azucareras de Córdoba”, destaca:
“Una región esclavista. Ya antes de la fundación de la villa, la región que hoy ocupa Córdoba estaba fuertemente ligada a la esclavitud, los alzamientos de esclavos y la lenta asimilación de la mezcla del africano con el español e indio. Por ejemplo, en el acta de bautizo del hijo de uno de los dueños de la tierra en la cual se fundaría la villa, se le asentó en 1570 como mulato. Incluso viajeros que pasaron por Córdoba describieron la región aledaña a la jurisdicción de la villa como habitada por negros y mulatos libres.”.
Y detalla:
“Desde 1620, cuando los fundadores de la villa cordobesa empezaron a desarrollar la industria azucarera, era escasa la mano de obra para empezar la industria del dulce puesto que había pocos habitantes indígenas en los pueblos aledaños. Ante la trata esclavista en su apogeo, comandada por holandeses, portugueses, franceses e ingleses, Córdoba se volvió un centro de compradores de negros bozales o esclavos que llegaron directamente de África, adquiridos principalmente a la Real Compañía de Guinea del reino de Portugal, con sede en Lisboa. En 1700 don Lucas de Acosta, factor y administrador general de esa compañía, se trasladó a vivir a la villa cordobesa y vendió un total de 336 esclavos procedentes del entonces reino de Guinea entre los años 1700 y 1709. Posteriormente la Real Cía. Francesa de Guinea sería la que abastecería de mano de obra esclava a las haciendas azucareras cordobesas y, finalmente, a partir del año 1714 el Asiento de negros de la Gran Bretaña o Real Cía. Inglesa, junto con la Real Armada de Barlovento, proporcionaron esclavos no sólo traídos de África, sino también de sus posesiones en el Caribe, Jamaica e Isla Margaritas, o de Cuba y Campeche.”
Otro dato importante sobre la fundación y primeros años de la Villa de Córdoba, se indica:
“A través de la endogamia, la familia formaba un grupo social fuertemente unido que ayudaba a consolidar sus intereses, esto es la posesión de tierras, el acceso al poder eclesiástico para así obtener préstamos crediticios y, particularmente, forjar pequeños pero no menos importantes “gobiernos económicos”, donde se unían grupos de familias poderosas para dirigir desde las dos fuentes de poder: la Iglesia y el cabildo; este último, por algún hermano, hijo o pariente, que lo dominaba como alcalde ordinario o regidor. Gracias a estas uniones, y mediante los sistemas de herencia, las familias permanecieron indisputables en el dominio del cabildo cordobés durante 150 años, desde la fundación hasta finales del siglo XVIII, cuando las reformas del despotismo ilustrado borbónico impusieron medidas de centralización con un personal administrativo y militar procedente de España.”
(Historia general de Córdoba y su región. Adriana Naveda Chávez-Hita y Enrique Florescano, coordinadores. Primera edición, 22 de noviembre de 2013)
(La foto del libro: Córdoba Imágenes de su Historia. Coordinadora General Ana Laura Delgado y publicado por la Universidad Veracruzana en el año 2000)