Ganó la humildad… a la corrupción, arrogancia, al clasismo en Córdoba
Recibe Juan Martínez amplía legitimidad en las urnas, su campaña del “renacimiento”
Juan Martínez Flores será el próximo Presidente de Córdoba con la mayor legitimidad de la historia política del municipio, ganó por amplia decisión ciudadana. Solo, el doctor se enfrentó a los grupos de intereses de siempre, a la pugna interna de Morena y a los operativos de coacción-compra del voto.
El Candidato de Morena a la Presidencia de Córdoba en unas horas más recibirá su constancia como Presidente Electo, después del recuento de 55 casillas. Según el PREP llevaba 34,236 votos faltando de contabilizar 7 actas. Juan Martínez le sacó una ventaja al empresario Guillermo Rivas de más de 6,500 votos.
“Este es su boleto para la fiesta del 6 de junio”, les decía el doctor Juan Martínez a las mujeres y hombres que le estrechaban su mano en las puertas de sus casas, o en la vía pública, y les entregaba su flyer donde juraba 13 compromisos y el primero decía: “Desde hoy te digo, mi compromiso es por el Renacimiento de Córdoba”.
En esta su segunda oportunidad por la Presidencia Municipal de Córdoba, Juan Martínez recogió y sumó el descontento ciudadano contra el actual gobierno municipal, así como la popularidad del Presidente AMLO. Se fue a hacer campaña a las colonias populares, a las comunidades rurales y su compromiso fue enfrentar la corrupción municipal, a la par de establecer un gobierno austero para dar más oportunidad al presupuesto público municipal de atender las demandas apremiantes de la gente.
En la elección del 2017, Juan Martínez estuvo a poco más de mil votos de ganar la elección. El PAN ganó esa elección con Leticia López Landero con una votación de 20,559. En este 2021, Juan Martínez ganó con más de 34,236 votos pasando encima de la alianza PAN-PRI-PRD que obtuvo 27,649.
En comparación con la elección del 2017, Juan Martínez pasó de 19,362 votos a los más de 34 mil de esta elección, es decir creció en más de 14,800 votos. En Córdoba, la alianza de Morena con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) le salió muy cara debido a que este partido sólo le aportó poco más de 1467 votos y a cambió ya le entregó la Sindicatura, posición clave en toda administración municipal.
Enardecido por no ser favorecido por la Candidatura, “El Dipucheves” Rubén Ríos Uribe y sus aliados del Gobierno de Veracruz se convirtieron en los principales rivales del Candidato Juan Martínez Flores. Lo combatieron en el Tribunal Electoral, le hicieron “guerra sucia” y lo dejaron sólo.
Sólo una vez estuvo de paso en Córdoba el nefasto dirigente interino de Morena en Veracruz, Esteban Ramírez Zepeta y tras recibir el abucheo de la avanzada morenista que hacía campaña en El Palomar salió huyendo. Esto en los últimos días de la campaña, cuando las preferencias electorales ya indicaban el contudente triunfo de Juan Martínez.
Guillermo Rivas y Tomás López gastaron millones de pesos en sus estrategias de comunicación. Produjeron videos costosos, montaron estructuras informativas y de guerra sucia en redes sociales, se vendieron como el “Ingeniero” y el “Ciudadano”, tratando de hacer menos a un doctor que en las calles recibía otros sentimientos, el de haber ayudado a aliviar la enfermedad de alguien, el de haber atendido el parto de muchas, el de la clínica Cardenista allá por el mercado “Revolución”, el del político que debe ayudar a AMLO en su lucha contra el PAN-PRI.
El Candidato de Morena enfrentó el clasismo de los “empresarios” de la Canacintra, Coparmex y Canaco. Soberbio el presidente de la Canacintra, Juan Francisco Castillo de los Santos lo quizó exhibir con su presunta sapiencia en materia de seguridad pública; los de la Canaco de Octavio Burguette Barradas lo maltrataron al recibirlo en su sede del centro y los de la Coparmex del Jr. Mario Olvera lo hicieron a un lado en la mesa del foro de candidatos que organizaron, era el “negrito” contra los ricos empoderados de Rivas y Tomás López.
Y de la nada, Juan Martínez también sumó seguidores de mala reputación, como Omar Osorio el nadador paraolímpico que siempre ha vivido de la beca política y se coló, hasta ser Candidato a Regidor por Morena, pese a su relación con la actual alcaldesa Leticia López Landero, de quien fue su director del Comude y, vaya ironía, fue despedido por flojo y prepotente, de esos ineptos que Juan Martínez prometió en campaña no tener en su Gobierno. Son muchos más los que en redes sociales “hicieron campaña a favor del doctor” pero en realidad con su mala reputación sólo restaron.
Juan Martínez no gastó en propaganda más allá de las lonas que le dio su partido y sus flyer, no hizo fiestas, ni entregó regalos, no pagó gasolina a taxistas. Y ganó.
El doctor ganó y los votos le dan la más amplía legitimidad de cualquier otro alcalde de Córdoba.
Juan Lavín (34,424 votos) y Francisco Portilla (31,251 votos) eran “los más votados” pero en la memoria política de la ciudad está presente que ellos ganaron las elecciones más amañadas en la historia de Veracruz, cuando la “Fidelidad por Veracruz” y “el Veracruz para adelante” ponía todo el dinero público a disposición de sus ambiciones partidistas y cuando esto no les alcanzaba, también recorrían a la violencia.
La historia del “renacimiento” de Córdoba, la del doctor Juan Martínez Flores, empezará ya, poco antes del 1 de enero del 2022.